Sustancias sintéticas o vegetales con propiedades impermeables. Poseen ácidos grasos beneficiosos para el cabello, ya que lo protegen, ayudan a que aumente la elasticidad y a evitar su rotura porque mantienen la hidratación al cubrir la fibra capilar. Así la hidratación dura más tiempo.
Todo tipo de cabello se beneficia del uso de los aceites. Lo que varía es el tipo de aceite y la frecuencia en la que se hacen estos tratamientos con aceite. Su uso regular está especialmente indicados para cabello afro y rizado, ya que por su estructura son más secos y necesitan más ayuda para mantener la hidratación dentro de la fibra capilar.
Para entender esto vamos a hablar de la capa de protección natural que tenemos que es el sebo del pelo, que lo que hace es recubrir la fibra capilar desde la raíz hacia abajo. Es una capa de protección natural que se forma gracias a que en el bulbo piloso de cada cabello hay unas glándulas secretoras de sebo, que funciona generando una especie de capa protectora alrededor del cuero cabelludo y de cabello protegiéndolo de las agresiones externas.
Beneficios de los aceites en el cabello:
- Aporta nutrición: Algunos aceites vegetales son ricos en ácidos grasos que penetran en la fibra capilar. Estos protegen de la pérdida de proteínas.
- Ayuda a tener un pelo sano.
- Mantiene la hidratación en el interior de la piel y de la hebra capilar.
- Ayuda a estimular el crecimiento del cabello.
Según tu tipo de cabello y sus características usaremos unos aceites u otros. Si tu cabello no aguanta el peso de los aceites viscosos y no te gusta perder el volumen, prueba los aceites ligeros.
- Aceites ligeros: Aceite de semilla de uva, Aceite de semilla de sandía, Aceite de semilla de cáñamo, Aceite de semilla de granada, Aceite de semilla de albaricoque, Aceite de jojoba, Aceite de argán, Aceite de camelia, Aceite de aguacate, Aceite de almendra.
- Aceites más gruesos: Aceite de coco, Aceite de oliva, Aceite de ricino, Aceite de ricino negro jamaicano, Manteca de Karité