Técnica de lavado en tres pasos que consiste en aplicar primero un acondicionador pesado de medios a puntas, luego el champú en la raíz y el cuero cabelludo y, para finalizar, aplicar un acondicionador ligero.

Sus mismas siglas indican el orden en el que vamos a aplicar los productos; AC (acondicionador), SH (shampoo) y AC (acondicionador). Así es tan facil de recordar.

Es rápido y sencillo. Una de sus ventajas es que la idea es proteger los medios y las puntas de la acción resecante del champú, sobre todo si lo que se va a usar es un champú con sulfatos.

Al finalizar el proceso el pelo queda suave, nutrido, hidratado y fácil de desenredar. Es preferible desenredar el cabello rizado y afro durante la tercera fase, ya que el acondicionador hace resbalar las fibras capilares y el peine, así el peinado es más fácil.

Al final aclaramos bien el cabello con agua tibia y si es fría mejor, sin dejar ningún rastro de acondicionador que haya podido quedar en el cuero cabelludo. El agua fría sellará las cutículas capilares y dejará el pelo brillante.